Trozos de mi Corazón

Esta tarde, como todos los martes después de tres años y medio aproximadamente, he tenido mi sesión de masaje, Dámari es mi masajista y como cualquier otra sesión y en un espacio donde se respira paz dió comienzo su ritual masajeando mis doloridos hombros y mi tensa espalda para luego continuar por las cansadas piernas, los brazos, los pies presionando los puntos reflejos, el estomago, el torso haciendome sentir las emociones y la cabeza. Hasta ahí todo normal, relajando la musculatura y en lo que a lo físico se refiere una relajación total. En esta ocasión mi sorpresa es cuando desde un principio consigo relajarme pero sin llegar a dormirme, cosa que me ha pasado en muchisimas ocasiones donde incluso a veces me ha tenido que despertar. No se por que pero en esta ocasión mi mente no se apagó y mis pensamientos no hacian otra cosa que ha deambular, mis recuerdos empezaron ha aparecer remontándome ha tiempos lejanos, recuerdos de mi niñez, de mi adolescencia, de ya no tan niño..etc. Recuerdo un cumpleaños de un vecino mío en el que su madre me reprendió no se por que y me marché rabioso de su casa llegando a sentirme solo y dolido. Recuerdo resentimientos, temores, miedos respecto a la educación tan dictatorial y tan rígida recibida por la época que se vivía en la sociedad que me tocó, la rectitud que viví en casa, en el colegio, en la calle a la hora de jugar por que harías lo que fuese siempre había un mayor que te reprendía o se lo decían a tu padre, luego ya se encargaba el de reprenderte tuvieses o no razón. Recordé fascículos de mi matrimonio, la verdad que poco agradables, recordé mi relación con mis hijos (a los que echo mucho de menos afectivamente) a veces escasísima por mi trabajo y digo por mi trabajo por culpar a algo. Recordé el fallecimiento de mi padre, seguidamente mi separación matrimonial y a partir de ahí solo podía sentir la trayectoria o el camino a seguir de mi vida.Pasé momentos de mucha soledad y tristeza, tuve que recurrir a personas que me ayudaron mucho. Recordé los trabajos que realizaba a nivel individual, con grupos de autoayuda, primero grupos de hombres, luego grupos mixtos del cual aprendí mucho con personas como Cecilia, Primo o la más importante Mati, que siempre me ayudo y estuvo a mi "lado" y a la cual estimo muchísimo. Seguí recibiendo el masaje como algo metamórfico y a medida que el tiempo transcurría mi corazón se sentía mas compungido, percibí emociones y sensaciones que ya había sentido en otros momentos cuando hacia los ejercicios de yoga en las clases de Mati o cuando hacíamos las meditaciones de OSHO concretamente la KUNDALINI.
Al finalizar el masaje solo sentí ganas de llorar. No se que me pasó pero necesitaba SENTIR.

GRACIAS DAMARI