Una de las muchas particularidades culturales y artísticas de las que dispone la ciudad de Salamanca son la cantidad de conventos y/o comunidades religiosas que en ella moran, en la visita que días atrás pude realizar me sorprendió enormemente el Convento de San Esteban.
Este Convento en sus orígenes era la Iglesia de San Esteban y hacia 1255 - 1256 fue donde se instalaron la Orden de Los Dominicos y no es hasta 1524 cuando deciden construir por orden del Cardenal fray Juan Álvarez de Toledo el actual Convento. Dicho convento fue un importante centro de formación donde se forjaron los Padres Dominicos llegando a prestar importante ayuda a Santa Teresa de Jesús o a San Ignacio de Loyola, incluso también sirvió de alojo a celebridades como Cristobal Colón.La fachada, compuesta por la portada de la iglesia y el pórtico de acceso al convento que forma ángulo recto con ella. La Iglesia es de una sola nave, la entrada al templo nos enseña la enorme extensión lateral y en el frontal un enorme retablo churrigueresco totalmente dorado y ornamental, sin moverme de la entrada sobre mi cabeza y a los pies de la iglesia sobre un arco escarzano se eleva el coro al cual ascendí por la parte del convento. Una vez dentro del convento pasé al Claustro, llamado "de procesiones"
Por la Escalera de Soto se accede a la parte alta, por cierto, una escalera sin soportes que milagrosamente solo se apoya en los muros y el voladizo. En la parte alta pude ver la enorme Sacristía de la que dispone el convento y el majestuoso Coro donde los monjes realizaban sus cantos en los cultos religiosos y desde donde se puede ver el Retablo Mayor y el Altar Mayor.
Terminé la visita en un pequeño confesionario donde Santa Teresa de Ávila se recluía y recibía sabios consejos de los frailes, quienes ayudaron y aconsejaron para formar la orden a la que perteneció.
Seguiré con la visita y mis relatos de viaje............................................................MANÉ
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